Operar con opciones financieras puede ser muy rentable, pero también conlleva riesgos significativos que deben ser entendidos y gestionados adecuadamente. Es esencial estar consciente de los riesgos asociados antes de involucrarse en la operativa de opciones.
Aquí te detallamos los mayores riesgos y cómo gestionarlos, reducirlos o disiparlos por completo.
El mayor riesgo al operar con opciones
El mayor riesgo sin duda al operar con opciones es que potencialmente podemos perder más capital del que tenemos disponible.
“¿Y cómo puede ser?”
Eso sólo puede suceder con estrategias que son vendedoras de opciones. El ejemplo más claro es la estrategia “vender una opción call“
Cómo evitar perder más de lo que tenemos disponible
¡Fácil! Usa estrategias en las que la pérdida potencial sea limitada. Con opciones podrás implementar estrategias alcistas, neutrales y bajistas. En cada una de las estrategias verás un cuadro resumen dónde verás cuál es la posible pérdida potencial.
Para principiantes en la operación con opciones financieras lo más recomendable es usar estrategias con pérdidas potenciales limitadas.
La dichosa volatilidad
Uno de los riesgos más importantes es la volatilidad del mercado. Las opciones financieras están influenciadas por los movimientos de los precios de los activos subyacentes. Si el mercado es altamente volátil, los precios de las opciones pueden experimentar cambios bruscos y rápidos, lo que puede llevar a pérdidas sustanciales. Por lo tanto, es crucial tener en cuenta la volatilidad y ajustar las estrategias en consecuencia.
La volatilidad además es clave para saber si la prima de la opción es cara o barata, y en consecuencia es determinante para escoger el tipo de estrategia que queremos implementar. Queremos comprar barato y vender caro.
Por suerte, la calculadora de la volatilidad nos ayuda a estimar la tendencia de la volatilidad futura.
El tiempo es oro
La limitación del tiempo es otro riesgo importante en las opciones financieras. Todas las opciones tienen una fecha de vencimiento, después de la cual pierden su valor. Si el precio del activo subyacente no se mueve en la dirección deseada antes de la fecha de vencimiento, la opción puede expirar sin valor, incluso si hay indicios de que el precio podría eventualmente moverse favorablemente. Por lo tanto, el tiempo es un factor crítico a considerar al operar con opciones.
Haz que el tiempo juegue a tu favor
Cada día que pasa la opción vale menos. Por lo tanto, teniendo esto en cuenta, cuando seamos vendedores de opciones nos vale más la pena vender opciones que van a expirar en el corto plazo (30 días).
En cambio, si queremos comprar acciones, démonos margen a qué el tiempo no juegue un papel fundamental en la evolución de precio de la opción. Es decir, compremos opciones que expiran en el largo plazo (más de 180 días).
En la estrategia “Comprar opción Call” explico porque debes comprar opciones con mucha vigencia por delante.
Baja liquidez: ¡sigue el dinero!
La falta de liquidez también puede representar un riesgo. Algunas opciones pueden tener un volumen de negociación bajo, lo que puede dificultar la entrada o salida de posiciones. Esto puede limitar la capacidad de realizar operaciones o afectar negativamente los precios de las opciones. La falta de liquidez puede resultar en dificultades para cerrar posiciones o ajustar estrategias, lo que puede generar pérdidas inesperadas.
Para evitar caer en el error de operar con opciones financieras con poco volumen de negociación te recomiendo ver qué acciones o ETFs son las que tienen un mayor volumen de negociación de opciones.
¡Riesgos son oportunidades!
En resumen, operar con opciones financieras conlleva riesgos significativos. La volatilidad del mercado, la pérdida total de la prima, la limitación del tiempo y la falta de liquidez. Es fundamental tener un buen conocimiento de los riesgos involucrados.
Ahora bien, entender y gestionar estos “riesgos” es la mejor manera de crear oportunidades operando con opciones.
¡Los riesgos son oportunidades! (si se entienden y se gestionan correctamente)